La búsqueda de mejores suplementos dietéticos a lo largo de los años ha producido muchas alternativas de ingredientes que benefician nuestra salud general. De estos, los ácidos grasos omega-3 procedentes del aceite de pescado han sido recomendados por expertos médicos durante la mayor parte de las dos décadas para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Omega-3 vegano

En los últimos 10 años, gran parte de los pacientes ha recurrido a los suplementos de aceite de pescado omega-3, lo que provocó un aumento significativo en las ventas de estos productos. La creciente demanda de aceite de pescado generó preocupaciones sobre la sobrepesca, lo que llevó a la industria a buscar alternativas sostenibles.

Aceite de pescado y aceite de krill

El aceite de pescado no es la única fuente popular de omega-3 dentro del mundo de la suplementación. El krill, un pequeño crustáceo parecido a un camarón, ya se ha ganado el favor de los fabricantes de suplementos dietéticos. Al igual que el aceite de pescado, el aceite de krill también es una buena fuente de ácidos grasos omega-3 y fosfolípidos. Los diminutos crustáceos se consideran fuentes ricas en DHA y EPA, que se encuentran solo en fuentes marinas. Populares por su efecto cardioprotector, con acciones antitrombóticas, antiinflamatorias y antioxidantes.

El aceite de krill y el aceite de pescado contienen EPA y DHA. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que en su biodisponibilidad es mayor en el aceite de krill, debido a que estos ácidos grasos se unen a los fosfolípidos.

El sector se sintió aliviado al encontrar un ingrediente sustituto sostenible de omega-3 en forma de krill ampliamente disponible. Esto se debe a que la variedad de krill que se encuentra en la región antártica es específicamente adecuada para los requisitos de la industria. No obstante, con el paso de los años, la creciente demanda de aceite de krill ha terminado afectando a ballenas, focas, aves marinas y pingüinos que se alimentan de estos crustáceos.

En busca de un sustituto sostenible

Los investigadores han trabajado en los últimos años sobre la obtención de EPA y DHA de fuentes diferentes y sostenibles. Algunas de ellas son los aceites vegetales, el ácido estearidónico y los aceites de algas. En cambio, los estudios actuales apuntan que las alternativas a base de plantas suelen ser menos adecuadas, ya que contienen ácido alfa-linolénico (ALA), que, a pesar de ser un ácido graso omega-3, no ha demostrado los mismos efectos que el EPA y el DHA.

Concretamente, el consumo de grandes cantidades de ALA, procedente del aceite de linaza, no aumentó el índice de Omega-3 a pesar del aumento en los niveles de ALA en la sangre. Esto confirma que una fuente directa de EPA y DHA sigue siendo la forma más beneficiosa de aumentar los nivele de omega3 en el cuerpo. Por su parte, el ácido estearidónico parece prometedor como ácido graso potenciador de EPA, pero sus fuentes son limitadas.

La investigación adicional condujo al descubrimiento del aceite de algas, rico en EPA y DHA. Las algas son la principal fuente de nutrición para los organismos marinos. Asimismo, estas plantas acuáticas son la fuente de EPA y DHA en peces y krill. Su descubrimiento impulsó la investigación sobre el aceite a base de algas como un posible sustituto sostenible del krill y el aceite de pescado, y como fuente de ácidos grasos omega-3.

Beneficios del aceite de algas

El aceite de algas que proviene de plantas cumple con los requisitos dietéticos de vegetarianos y veganos. Las macro y microalgas se encuentran en los mares y tienen capacidad para convertirse en una fuente primaria de ácidos grasos omega-3 biodisponibles.

Los ensayos clínicos con aceite de algas rico en DHA indican eficacias comparables a las del aceite de pescado para la protección contra los factores de riesgo cardiovascular mediante la reducción de los triglicéridos plasmáticos y el estrés oxidativo. En este sentido, el aceite de algas mejorado con fosfolípidos está emergiendo como la próxima generación de suplementos de omega-3.

En resumen, el aceite de algas aporta los beneficios de los ácidos grasos omega-3, pero cuando se mezcla con fosfolípidos mejora aún más su biodisponibilidad. Los fosfolípidos, al ser una parte natural de la membrana celular, juegan un papel importante en la regulación de las vías biológicas, incluida la comunicación celular y la síntesis del neurotransmisor acetilcolina.

Desafíos con el aceite de krill vegano

Actualmente, existen varios retos para producir ácidos grasos derivados del aceite de algas a escala comercial. Cuando se utilizan microalgas como fuente de ácidos grasos omega-3 para consumo humano, se deben considerar varios factores.

Por ejemplo, la cepa de algas seleccionada debe ser una cepa no patógena y no tóxica. El cultivo de microalgas debe permitir la máxima eficiencia para la producción de biomasa y lípidos, la proporción de ácidos grasos omega-3 y el costo de cultivo por producción de biomasa. Por lo que crear una condición de cultivo óptima para obtener ácidos grasos omega-3 es un gran reto.

Por otra parte, los fosfolípidos esenciales (EPL) extraídos de la lecitina se utilizan tradicionalmente como fuente de lípidos esenciales. Sin embargo, una lecitina de calidad inferior será muy viscosa, rica en triglicéridos y baja en EPL. Este contenido puede reducir significativamente la solubilidad y biodisponibilidad general del producto final.

Mezclar aceite de algas con fosfolípidos puede parecer un desafío debido a la naturaleza aceitosa y viscosa de ambos activos. Hacerlo puede requerir un equipo más sofisticado como un homogeneizador. Sin embargo, las formas recientes de algas tienen una composición menos viscosa y contienen una fracción biodisponible de fosfolípidos esenciales. Se pueden encapsular directamente en cápsulas de gelatina blanda o gelatina dura.

La solubilidad es también un paso determinante para asegurar la permeabilidad de cualquier activo. Las formas más nuevas tienen propiedades de disolución superiores, lo que las hace más permeables.

El futuro del omega-3 vegano

Se espera que el uso de krill vegano en alimentos y suplementos nutricionales crezca debido a la creciente demanda de EPA y DHA. Las limitaciones en la producción de aceite de pescado harán que los aceites de algas y krill vegano ocupen una proporción cada vez mayor en el mercado. De hecho, ciertas microalgas heterótrofas ya se están utilizando como fuente alternativa de DHA en fórmulas de leche infantil y otros alimentos.

Por último, cabe destacar que, a medida que avanza la tecnología, la gama de aceites de algas crecerá para generar mejores rendimientos. La nueva tecnología también ayudará a desbloquear más beneficios para la salud del aceite de krill vegano, abriendo nuevas vías en la prevención y el tratamiento de una gama más amplia de afecciones clínicas.

Referencias

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