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El colesterol es una sustancia cerosa, parecida a la grasa, que se encuentra en cada célula del cuerpo. Es fundamental para sobrevivir, a pesar de ser una palabra muy temida, esto no significa que sea algo positivo en exceso, sino todo lo contrario. El colesterol se convierte en villano cuando interfiere en el aumento del riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

Dos tipos de colesterol
¿El colesterol es bueno o malo? La respuesta no es tan sencilla ni escueta como la propia pregunta. De hecho, para contestarla necesitamos profundizar en los dos tipos de colesterol que circulan en nuestro torrente sanguíneo. Estos son los que marcan la diferencia entre el “bien” y el “mal”, sin apartar del foco la salud de tu corazón.
- Lipoproteína de baja densidad (LDL): Habitualmente se conoce como la forma “mala” de colesterol. El LDL contribuye a la formación de placa en las arterias, lo que puede provocar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
- Lipoproteína de alta densidad (HDL): Es de gran utilidad para absorber el colesterol y enviarlo al hígado, donde se elimina del cuerpo. Por esta razón, a menudo se le conoce como “bueno”.
Por lo tanto, contrariamente a la creencia popular, el hecho de reducir todo el colesterol de tu cuerpo puede ser poco saludable. Esto se debe a que el HDL bajo puede incrementar el riesgo de sufrir una afección vinculada a tu sistema cardiaco y a tu salud en general.
El papel del colesterol en la salud
El colesterol es importante a la hora de ayudar al organismo a producir hormonas, vitamina D y otras sustancias que apoyan la digestión de los alimentos. Cabe destacar que el cuerpo tiene capacidad para producir colesterol de forma natural, pero también se puede encontrar en algunos alimentos, todos ellos de origen animal: yema, productos lácteos, mariscos, carnes y aves de corral.
En algún momento, la cantidad de colesterol en tu cuerpo alcanza un punto de inflexión y se vuelve peligrosa. Debido a que el colesterol alto generalmente no produce síntomas, es importante visitar a un médico que pueda tomar una muestra de sangre para controlar esos niveles. Generalmente, los resultados se ofrecen como números de “colesterol total”, estos combinan sus lecturas de HDL, LDL y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL). Se calculan en miligramos por decilitro:
- Alto: 240 mg / dl y más
- Límite: 200-239 mg / dl
- Deseable: menos de 200 mg / dl
¿Qué son los triglicéridos?
Por otra parte, aparecen en la ecuación los triglicéridos. Se trata de un tipo de grasa que aparece en la sangre. El cuerpo la usa para obtener energía, pero cuando se combinan con niveles altos de LDL y cuotas bajas de HDL, los niveles excesivos de triglicéridos representan un riesgo importante para la salud.
Las lecturas de triglicéridos de más de 150 son elevadas y aumentan el riesgo de ataque cardíaco. Si aparecen en nuestro organismo con una elevada cantidad también podría aumentar el riesgo de pancreatitis, inflamación del páncreas.
Claves para reducir el colesterol
Si los resultados de los análisis de colesterol indican que los niveles del LDL son altos, es hora de trabajar para reducirlos. Es importante una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico diario y constante. Tu nuevo régimen debería limitar la ingesta de grasas saturadas (mantequilla, manteca de cerdo o carnes con alto contenido de grasa).
¿Cuáles son las “grasas buenas”? En tu alimentación no puede faltar este otro tipo de grasas, entre las que se encuentra los ácidos grasos omega-3 (salmón) y las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva). Además, los frutos secos como las almendras y las nueces son una opción saludable que debes tener en cuenta en tu nueva dieta dirigida a reducir los niveles de colesterol.
Respecto a las actividades deportivas, son importantes para conseguir tu objetivo de reducir el colesterol malo. Caminar, correr o andar en bicicleta son algunos ejemplos. La actividad debe ser regular, con el fin también de mantener el peso bajo control.
Conclusiones
Se pueden mantener unos niveles de triglicéridos y colesterol bajo control reduciendo los alimentos de harina blanca y el azúcar. Asimismo, es indispensable limitar el consumo de alcohol. La grasa saturada que ingerimos aumenta peligrosamente la producción de colesterol del cuerpo. Esto es, cuanta más grasa saturada, mayor es el colesterol.
Una combinación de dieta y ejercicio puede reducir las lecturas del LDL en un promedio de 15 mg / dl. No obstante, los cambios en el estilo de vida por sí solos podrían ser insuficientes para controlar el colesterol, por lo que es recomendable acudir a un profesional de la salud que pueda orientarte acerca de otras alternativas, como una dieta saludable o una suplementación segura.
Controlar los niveles del colesterol en sangre puede prevenir enfermedades del corazón y mejorar la función cardíaca en general. Aquellas personas que padecen alguna afección en el sistema cardíaco también deberían informarse acerca de cómo reducir su colesterol.
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